En Les Seviques, cada decisión que tomamos en la finca tiene un propósito: cuidar la tierra, regenerar el ecosistema y ofrecer productos de alta calidad. Una de las herramientas clave en este compromiso es el RollerCrop, un rodillo diseñado para manejar la cubierta vegetal de forma natural, sin dañar el suelo.
Gracias a la colaboración con Exeo Ipsum, creadores del RollerCrop, hemos podido integrar esta práctica regenerativa con resultados excelentes tanto para nuestros cultivos como para el planeta.
¿Por qué es tan importante la cubierta vegetal?
La cubierta vegetal no es solo “maleza” o hierba que crece entre los cultivos. Es un elemento vital de cualquier ecosistema agrícola sano. Protege el suelo del sol directo, evita que la lluvia lo arrastre, conserva la humedad y da vida a millones de microorganismos que alimentan las plantas.
Cuando la cortamos con máquinas tradicionales o la eliminamos con productos químicos, perdemos esa red viva. En cambio, con el RollerCrop, la aplastamos suavemente justo cuando está en floración, sin romper su estructura, y así la transformamos en un mantillo natural que nutre la tierra.
Una técnica regenerativa para un futuro fértil
El uso del RollerCrop forma parte de nuestro compromiso con la agricultura regenerativa. Esta herramienta nos permite:
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Evitar la erosión y mantener el suelo cubierto y protegido todo el año.
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Mejorar la fertilidad del suelo al transformar la vegetación en materia orgánica.
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Fomentar la biodiversidad creando hábitats ricos para insectos, aves y vida microbiana.
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Reducir el consumo de agua, ya que el mulch vegetal retiene la humedad en el suelo.
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Eliminar la necesidad de herbicidas o laboreo agresivo.
 
Todo esto no solo tiene beneficios ambientales —como capturar carbono o proteger la fauna—, sino que también impacta directamente en la calidad de nuestros productos.
Más salud para el suelo, mejor aceite para ti
Al aplicar prácticas como el uso del RollerCrop, conseguimos un ecosistema más equilibrado: suelos más vivos, plantas más fuertes y olivos más sanos. Esto se traduce en una aceituna con más sabor, más antioxidantes naturales y una pureza excepcional.
El resultado es un aceite de oliva virgen extra con alma, que no solo sabe mejor, sino que también respeta el entorno del que nace.
El RollerCrop es mucho más que un rodillo: es una herramienta de cambio. Gracias a él, damos un paso más en nuestra misión de regenerar la tierra, proteger el entorno y cultivar productos con sentido.
En Les Seviques, creemos que otra forma de producir es posible. Y empieza desde el suelo.